Flor María llegó a España en 2000 desde Zamora Chnchipe en Ecuador. Se instaló en Pamplona, en donde la esperaba su hermana Carmen. Aunque al principio estuvo en situación irregular, pronto consiguió los papeles siendo contratada por una pareja de ancianos a los que cuidadaba con mucho esmero. Pronto puedo mandar dinero para la crianza de sus hija Ana y Elisa de 8 Y 6 años respectivamente. Las había dejado con su madre,Yolanda. El padre de sus hijas hacía tiempo que había desaparecido sin dejar rastro. En Pamplona, Flor María conoce a Vinicio, otro ecuatoriano soltero y si hijos que había sido contratado como peón de la construcción. Pronto, Flor María deja de ser interna y se va a vivir con Vinicio. Ella siempre manda dinero a su madre para mantener a sus hijas. Le sobra un dinerito. Ella y Vinicio compran un piso, que van pagando poco a poco. Flor también tiene la hipoteca de su vivienda Ecuador, y también la va pagando, ella trabaja también los fines de semana en un bar y así va afrontando sus responsabilidades. En el futuro quiere traerse a Yolanda y a las niñas. Todo se andará.
Ellos apenas gastan. Han alquilado una de las tres habitaciones de su casa a unos bolivianos. Viaja todos los años a Ecuador.
Sin embargo, Vinicio, a principios de 2008 le avisa que lo van a despedir y que como ha tenido varios trabajos eventuales no tendrá derecho a paro. En Julio Vinicio está sin trabajo y no puede conseguir otro. Flor María está de cocinera en un bar y le dicen que van a prescindir de ella. Hablan con la entidad financiera para el tema del préstamo hipotecario y otros. Pero no les dan facilidades. Tiene descubiertos y les amenaza con embargos. No consiguen más trabajo. En Ecuador Flor había terminado de pagar su vivienda.
Ni hablar de traer a su madre e hija. Ha tenido que recurrir a Cáritas para poder comer. Allí le aconsejan que averigüe las ayudas para retornar a su país.
En pocos meses ha sufrido más penurias que cuando llegaron. A ella le darán las ayudas al retorno voluntario. En Ecuador le esperan las niñas, la madre, la casa nueva y el calorcito de ese país. Para estar pobres que nos pille allí, es lo que piensa.
En España parece que cuando hubo dinero, aprovecharon su trabajo, pero ahora quieren también que se marchen. A pesar de todo se va con tristeza. Ojalá este país maravilloso levante la cabeza
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