Poema del Pastor Martin Niemöller.

 Nadie está libre y no nos podemos quedar en la pasividad, sin  que nos importe el prójimo, especialmente si se violan sus derechos humanos, si no tiene ni pan para su hijos ni sanidad ni un techo, Asistimos en estos momentos   a una vorágine de injusticia y de hegemonía del más brutal poder económico instalado en las Casas de Gobierno o mejor dicho de desgobierno. Hoy se lanzas pelotas de goma a los inmigrantes que mueren en las frías aguas del estrecho, hoy los llevan a un Centro de Internamiento por estar indocumentados siendo ese centro una réplica  de un campo de concentración. Hoy en la misma Unión Europea se expulsan  ciudadanos comunitarios de otro país miembro, hoy te dejan sin tarjeta sanitaria porque te fuiste al extranjero, hoy te matan a un hijo en la guerra de Irak y todo se queda impune porque limitan la Justicia Universal, hoy se cargan tus derechos más básicos, y como protestan hoy vienen a por tí, a por mí y a por todo el que se queje y se quiera salir del sistema. Y con las elecciones europeas  los partidos no quieren sacar este tema. Aspiran aparecerse a Marine Le Pen.