Día Internacional de las Migraciones : La movilidad humana: Factor clave para el desarrollo sostenible

“Si en la lid el destino te derriba; si todo en tu camino es cuesta arriba, si tu sonrisa es ansia insatisfecha, si hay faena excesiva y vil cosecha, si a tu caudal se anteponen diques... Date una tregua ¡pero no claudiques! “ Ruyard Kipling       Premio Nóbel de Literatura 1907

            El Día de Internacional de las Migraciones se instituyó hace ya 13 años, en homenaje al 18 de diciembre de 1990, día en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas(ONU) adoptó la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos  de  Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares.

 Los movimientos migratorios son tan antiguos  como el mismo mundo debido a que la necesidad de asentamiento de un lugar a otro depende de múltiples factores de tipo económico, social, bélico y geográfico. Llegado el nuevo milenio ha hecho falta una ordenación de los instrumentos legales y de gobernanza internacionales, regionales y nacionales que regulen el fenómeno migratorio en todas sus vertientes, para integrar a los migrantes en la ciudadanía de los países receptores desde la igualdad de oportunidades y con una firme protección de sus derechos fundamentales.

La crisis económica internacional ha hecho que se propague un discurso que hace ver a las migraciones como una amenaza para la seguridad e identidad  del país acogedor en vez de una oportunidad para la cooperación y el desarrollo.

Sin embargo, asistimos en la actualidad a un aumento considerable de la movilidad humana que  distingue  varias direcciones migratorias:

-          De Sur a Norte,  con sólo el 40% de los desplazamientos pese a ser la más conocida.

-          De Sur a Sur, con un tercio de los traslados de país en vías de desarrollo a otro de similares características.

-          De Norte a Norte, con el 22%   de las migraciones entre los llamados países del primer mundo.

-          De Norte a Sur, que se queda en un 5% pero que puede ir en aumento dado el crecimiento económico de los llamados países emergentes.

Dentro del marco de la ONU se celebró en octubre de 2013, el Diálogo de Alto Nivel Dedicado a la Migración Internacional y al Desarrollo adoptando por unanimidad los Estados miembros una Declaración  en la que reconocen que la migración internacional es una realidad pluridimensional, que incide poderosamente en el desarrollo de los países de origen, tránsito y destino. La migración internacional debe integrarse en el ámbito del desarrollo abordando las dimensiones social, económica y ambiental  y el respeto a los derechos humanos.

El Informe sobre las Migraciones 2013, presentado por la Organización Mundial para las Migraciones  se titula “el Bienestar de los Migrantes y el Desarrollo”. El mismo pone más énfasis en la faceta humana de la migración  que en sus repercusiones socio-económicas lo cual puede llevar a una reformulación de  las políticas migratorias más acordes  con el bienestar de las personas.

En España desde hace algunos años estamos acudiendo a la diáspora de numerosas personas, especialmente jóvenes altamente cualificados, que buscan empleo en  otros países europeos( Norte-Norte) o  en los países emergentes(Norte-Sur). España es un país de emigración cíclica. Ahora más que nunca es emisor y receptor a la vez por lo que el diseño de sus políticas  migratorias debe hacerse sobre la base de esta peculiaridad, teniendo en cuenta las cuatro direcciones de la migración.

El fenómeno migratorio en esta era de la globalización hace necesaria una mayor implicación de las instituciones de la Europa comunitaria con programas que tengan en cuenta la movilidad humana en la región en todas sus dimensiones y siempre con especial vigilancia al respeto de los derechos humanos. Lamentamos  hechos tristes como los de Lampedusa  que se convierte en cementerio  de tantas vidas truncadas y situaciones que nos indignan como las vallas  con cuchillas en Melilla, que nos hace reflexionar sobre la posibilidad de que se institucionalicen los tratos degradantes hacia personas  que huyen de la miseria o a solicitantes de asilo que escapan  de las guerras, las tratas y las mafias.

Es importante que nos quitemos esa visión del migrante de un país subdesarrollado a uno del primer mundo. El migrante del siglo XXI se mueve en todas las direcciones, puede ser un trabajador del campo de Marruecos que trabaja en España, un médico de Ecuador que va a Angola, un arquitecto  español que se establece en Panamá o un informático portugués con actividad laboral en Alemania.

Las migraciones no nos pueden ser ajenas. Son parte del desarrollo del mundo.

FDO. Silvia Rosa Velazquez Manrique

DNI: 33.521.784-G

 Presidenta de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes( FAIN)

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