Hace poco, en una cadena de televisión privada de España, se emitió una película con dos episodios sobre la vida de Pepa Flores, más conocida en el mundo artístico como Marisol. En la serie se da a entender que fue una niña utilizada y explotada por el régimen de Franco, muy propenso a hacer brillar estrellas folklóricas como símbolo de la " grandeza" de España.
Al otro lado del charco, sin embargo los niños de entonces íbamos al cine a ver las películas de Marisol porque nos gustaban sus canciones y sus aventuras. Además, ella era muy mona, rubita y con sus ojos azules que nos conquistaban inmediatamente. Muchas veces la imitábamos cantando y bailando " la vida es un tómbola, ton ton tómbola..." porque a lo mejor a nuestros años eso nos parecía. En ningún momento pensábamos que aquélla niña tan simpática era utilizada para el enriquecimiento de un productor que se quedaba con casi todo lo que ella ganaba.
Es triste, decirlo pero no conocíamos a Pepa. Incluso cuando dejó de ser Marisol en España, en Sudamérica se la siguió llamando " Marisol".
Sin embargo, admiro a Marisol y también a Pepa porque ha sido una gran artista y una gran trabajadora. Sus orígenes han sido humildes y ella ha luchado por salir adelante. Mi hija de 12 años también ha visto sus películas y ahora la imita, casi exactamente igual que yo en mi infancia.
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